El punto A femenino: ¿qué es y dónde está?

Nuestra autora opina que, a diferencia del punto G, el punto A no recibe la atención que se merece. Lo estupendo del punto A es que puede estimularse internamente durante el sexo anal, para sorpresa de quienes creen en el mito de que las mujeres apenas sienten placer durante esta práctica…

El punto A femenino: ¿qué es eso?

Le hemos hecho esta pregunta a Nicole Engel, licenciada en Psicología y terapeuta sexual de Berlín. «El punto A hace referencia al término inglés Anterior Fornix Erogenous Zone (AFE Zone) y representa un área de la vagina que en algunas mujeres reacciona con una sensibilidad extrema a la estimulación. Es una de las zonas más erógenas. Según el «descubridor» del punto A, el ginecólogo Chua Chee Ann de Malasia, el punto A es más sensible a los estímulos que el punto G, un área que también suele ser objeto de controversia. Chua Chee Ann encontró el punto A por casualidad durante un examen médico y después probó la reacción de otras mujeres a dicha estimulación. Al hacerlo, muchas alcanzaron el orgasmo de forma espontánea. Según los testimonios de las mujeres, las sensaciones que experimentaron durante la estimulación del punto A de su vagina fueron algo casi espiritual».

En lo relativo a los orgasmos, se cree que la estimulación del punto A tiene un efecto diferente a la estimulación del clítoris. A diferencia de este último, que en caso de sobreestimulación puede sufrir una «fatiga orgásmica», el punto A permite seguir adelante sin efectos no deseados. Esto significa que mediante la estimulación constante del punto A es más probable alcanzar varios orgasmos, lo que resulta perfecto para períodos de actividad más largos y para un mayor placer orgásmico.

¿Cuál es la diferencia con el punto G?

Suele pensarse que el clítoris es solo una bolita del tamaño de un guisante situada en la parte superior de la vulva, pero no es así. En realidad, se trata de un órgano mucho más grande en el interior de la vulva. Por otro lado, la ubicación del punto G es diferente en cada mujer. La mayoría de las mujeres describen el punto G como una zona áspera y ligeramente abultada que puede encontrarse al introducir con la mayor profundidad posible uno o dos dedos a lo largo de la pared frontal de la vagina y presionar con las yemas de los dedos en dirección al abdomen. «El punto A se encuentra en un lugar muy profundo (unos 10-13 cm en el interior) de la vagina, detrás del punto G y justo antes del orificio del útero», explica Nicole Engel, licenciada en Psicología.

¿Cómo puedo encontrar esta misteriosa zona erógena?

Introduce un dedo o un juguete hasta llegar al punto más profundo de la vagina. Ahora deberías notar algo rígido. Esta zona debería ser tu objetivo. «Si quieres estimular el punto A por ti misma, los expertos de los foros especializados recomiendan movimientos similares a “dar paletadas” con una presión uniforme», explica Nicole Engel. «La forma ideal de realizar estos movimientos es suavemente con los dedos o con juguetes sexuales que tengan una forma especial. Por supuesto, tu pareja también puede estimular el punto A, tanto con los dedos como con un vibrador. No obstante, debería hacerlo con cuidado».

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Dado que este punto especial se encuentra en la parte posterior de la vagina, la penetración profunda desencadena una reacción. No obstante, el canal vaginal no es tan largo como suele suponerse, por lo que la estimulación anal es la más apropiada para alcanzar el orgasmo a través del punto A.

¿Anal?

¡Sí, exactamente! El punto A se puede encontrar durante el sexo anal. Aunque se suele creer que las mujeres no disfrutan de la estimulación anal, la realidad es totalmente diferente. El punto A femenino, al encontrarse en la parte posterior del clítoris y justo encima del cuello del útero, es presionado contra el recto durante el sexo anal. Por ello, un juguete o un pene pueden estimular de forma indirecta el punto A al hacer presión contra el recto y la pared vaginal. Esto significa que, durante el sexo anal, el punto A femenino se estimula de forma indirecta.

¿Por qué tenemos que prestar atención al punto A?

El punto A se merece nuestra atención porque puede proporcionarte estupendos orgasmos. En particular, intensos orgasmos anales.

«Para que la vergüenza asociada con este tema no impida una comunicación abierta, creo que es muy conveniente que también se hable del punto A».

No obstante, Nicole Engel añade: «En mi consulta, hasta el momento me han preguntado muy pocas veces sobre el punto A, ya que las personas suelen contactar conmigo cuando se enfrentan a desafíos sexuales concretos o cuando las cosas no funcionan en absoluto en la cama. Hay mujeres que nunca han experimentado un orgasmo clitoriano ni vaginal en su vida. Para que la vergüenza asociada con este tema no impida una comunicación abierta, creo que es muy conveniente que también se hable del punto A. No obstante, por lo general, considero más apropiado que las mujeres conozcan y comprendan mejor su cuerpo y su vagina sin presiones. Así podrán activar correctamente las células nerviosas de la vagina y descubrir qué las excita individualmente en lugar de dejarse engañar por conocimientos superficiales cuestionables o perseguir un orgasmo perfecto. Un buen orgasmo es un buen orgasmo. Si, además, una persona logra descubrir su punto A, podrá llevar su orgasmo —como hemos postulado— a nuevas esferas».

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Autor

Frieda trabajó como periodista autónoma durante 10 años y solía escribir sobre recetas de Semana Santa, iconos de estilo, metabolismo humano y restaurantes Michelin. Resumiendo: sobre todo, excepto sobre sexo. Y tenía una buena razón. Durante todos aquellos años, Frieda siempre había considerado que llevaba una vida sexual típica. El cambio llegó después de una ruptura amorosa, momento en el que decidió dejar la píldora, que llevaba tomando 14 años. Fue entonces, a los 28 años, cuando finalmente descubrió su maravillosa sexualidad y encontró su verdadera, única y hambrienta libido. Desde entonces, no solo practica una nueva sexualidad, sino que también escribe y habla sobre ella. ¡Y hoy se siente más satisfecha que nunca!